Wikipedia nos ilustra:
"Los lémures son unos primates estrepsirrinos endémicos de la isla de Madagascar. Reciben su nombre por los lémures, fantasmas o espíritus de la mitología romana, debido a las estrepitosas vocalizaciones que emiten, sus ojos brillantes y los hábitos nocturnos de algunas de sus especies".
En la vida y milagros de estos animalitos se encontraba concentrado Fernando, precoz chiquillo de siete años, quien había llegado a sentarse cerca del tío mientras este trabajaba.
Al ver que Fernando vestía la camiseta de la Selección
Argentina de futbol, el tío lo saludó con el grito de "Bienvenido, señor Messi", dicho para provocar la polémica, porque sabe que no es este futbolista uno de los ídolos de pequeño superfán del soccer.
Fernando sonrió por pura cortesía, pero volvió a hundir sus ojos en la pantalla de su iPad y su mente se concentró una vez más en los lémures.
Fastidiosito, el tío retornó a la carga: "Qué gusto me da que traigas esa camiseta; lástima que no lleve el número 10".
Fernando sonrió nuevamente, pero esta vez su sonrisa fue fingida.
"Messi metió dos goles en la reciente victoria contra el Real Madrid", presumió el tío con renovado ánimo provocador y recurrió a la mentira: "¿Sabes qué?, Messi jamás en su vida ha fallado un tiro penal".
Fernando dejó un momento el iPad, buscó el control del televisor, lo dirigió hacia el rostro del tío y oprimió el botón "apagar".
El tiro de Messi fue a dar a las gradas del estadio y el tío calló apenado.
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