Una mirada al otoño milpaltense
Por Juana Reyes, colaboradora invitada
El clima de esta montaña comienza a cambiar. Milpa Alta se enfría por las tardes; por las mañanas el hielo se materializa en los recipientes expuestos al sereno y en las macetas rebosantes de flores y follajes.
El verano se fue de vacaciones. El otoño nos deja sus lágrimas adheridas a las hojas volátiles que reposan con desidia al pie de los pinos y los tepozanes.
Las nopaleras han desalojado a sus habitantes y pronto el esqueleto de las flores de muerto que crecen silvestres serán semillas imperecederas en el próximo noviembre.
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