Thursday, February 11, 2016

El encanto de la anécdota


Arnold Schoenberg, uno de los grandes compositores del siglo XX, era un genuino triscaidecáfobo porque consideraba que el día de su nacimiento, un 13 de septiembre, resultaba poco propicio.
Luego se dio cuenta atemorizado de que la suma de los dígitos del número 76, su edad en el último cumpleaños, era 13.
Durante su enfermedad terminal, en julio de 1951, observó que si lograba sobrevivir al día 13 de ese mes, todo saldría bien; pero murió precisamente el 13, cuando el reloj marcaba 13 minutos después de la media noche.
Esta anécdota se encuentra en el libro Music Since 1900 (La música desde 1900), de Nicolas Slonimsky, compositor, director de orquesta promotor infatigable de la música contemporánea, crítico, investigador y musicólogo ruso estadounidense que llegó a la edad de 101 años, entre 1894 y 1995.
Su libro, editado por Charles Scribner’s Sons, de Nueva York, es un minucioso recuento cronológico de los principales acontecimientos musicales del siglo XX. Al lado de análisis profundos, surgen intermitentemente trivias y anécdotas curiosas, narradas con buen humor.
De la ópera Chopin, de Giacomo Orefice, estrenada en Milán, dice: “En sus cuatro actos, describe los cuatro grandes amores de Chopin, quien canta con voz de tenor. La acción va desde la adolescencia del personaje hasta su muerte, en brazos de sus enamoradas primera y cuarta”.
Refiere que en su vigésima gira por Estados Unidos, Ignace Jan Paderewsky dio el 26 de febrero de 1939 su primer recital radiofónico en el Radio City de Nueva York, para el que se imprimieron programas de seda con el fin de evitar el mínimo ruido.
El 17 de octubre de 1949, en el centenario de la muerte de Chopin, Paulina Czernicka, una dama polaca de mediana edad que estaba patológicamente obsesionada con la figura del compositor, se suicidó en Varsovia.
La señora Czernicka había distribuido numerosas cartas supuestamente escritas por Chopin a Delfina Potocka que lo hacían ver como un maniático pornógrafo dueño de un lenguaje obsceno.
En 1961, el Instituto Chopin de Varsovia declaró oficialmente la falsedad de esa correspondencia en la que abundaban expresiones de slang polaco comunes durante la primera Guerra Mundial.
Otra señora madura, ama de casa y pianista aficionada, la británica Rosemary Brown, dio el 1 de junio de 1969 su primer recital televisado por la British Broadcasting Corporation formado por un Momento musical de Franz Schubert (1797-1828), compuesto por él en 1969 y transmitido a ella por un sistema de telepatía póstuma.
Añade Slonimsky que la señora Brown también recibió por telepatía piezas compuestas por Bach, Mozart, Beethoven, Chopin, Liszt, Brahms, Debussy y Rajmáninov. “Todo esto demostró que un prolongado estado mortuorio afecta el sentido de la más elemental armonía, aun en músicos que alguna vez fueron considerados como verdaderos expertos”. 
Sobre el estreno de la película Fantasia, de Walt Disney, el 13 de noviembre de 1940 en el Broadway Theater de Nueva York, dice que el equipo especial fantasound creó la ilusión de un sonido estereofónico realista que se anticipó a su tiempo.
Durante el pasaje en que pelean al ritmo de la música de Stravinsky un Tyrannosaurus Rex, del Cretáceo, y un Stegosaurus, del Jurásico, nada más hay 90 millones de años de anacronismo.
(Texto de mi autoría publicado en el periódico El Economista de la Ciudad de México el 1 de marzo del 2009)


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