Wednesday, January 6, 2016

Los Folkloristas, raíz viva que da frutos



Una de las mejores noticias que nos deparó el año 2015 en el ámbito cultural fue la entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el rubro de Tradiciones Populares al benemérito grupo Los Folkloristas, fundado en México en 1966.

"Tres veces se postularon, tres veces presentaron un curriculum que da cuenta de casi cincuenta años de trabajo independiente, de conciertos ante los más diversos auditorios de México, Estados Unidos, América Latina y Europa, de difusión a través de la enseñanza, conferencias y publicaciones…  y la tercera fue la vencida", exclama eufórica Beatriz Zalce, la mujer a quien RenéVillanueva (1933-2001), cofundador, integrante e investigador de Los Folkloristas "le llenó la vida de música, de palabras, de colores, de besos", como lo dice en su libro Como gotas de ámbar.

Desde que escuché por primera vez a Los Folkloristas, hace muchos años, en la Casa del Lago del Bosque de Chapultepec, de la Ciudad de México, me percate de que se trataba de un grupo musical alejado de los afanes comerciales; formado por unos jóvenes entusiasta e idealistas, enamorados promotores de la música folclórica de México y de todos los países que, situados al sur de este, se extienden hasta las costas de la Tierra del Fuego que, en palabras del escritor chileno Francisco Coloane, "se desgranan en numerosas islas, entre las cuales culebrean canales misteriosos que van a perderse allá en el fin del mundo".

Poco tiempo después de esa epifanía, el trabajo independiente de Los Folkloristas les granjeó un amplio reconocimiento nacional e internacional y sus fonogramas fueron creciendo en número y variedad. 




Si se me permite una confesión autobiográfica, diré que estos fonogramas se encuentran entre mis "discos de cabecera", al lado de las cantatas de Bach, los Nocturnos de Chopin, La Canción de la Tierra y las sinfonías de Mahler, así como los cuartetos de Shostakóvich y sus sinfonías.

 Menionaré tan solo unos cuantos de esos discos:

. El son mexicano 
. Caminos de los Andes
. Nuestra América negra
. Colores latinoamericanos
. Los Folkloristas cantan a los niños
. Viaje por Latinoamérica

Joropos, cuecas, canciones, chacareras, pirecuas, valonas, sones, yaravíes, danzas huaves, huaynos, bailecitos, zambas, chayas, festejos, vidalitas, carnavales, albazos, merengues, cacharpayas, malagueñas, sanjuanitos, trotes, corridos... y muchos géneros más están presentes.

Uno de los discos que merece especial mención es aquel  en que Los Folkloristas, el Coro Promúsica y el dúo Caros y Emiliano interpretan, entre otras obras, la Misa criolla, del compositor argentino Ariel Ramírez (1921-2010). En este disco se incluyen, entre otras joyas, el son itsmeño La Sandunga, en un arreglo coral de Gerardo Tamez y Tierra mestiza, con letra de Emiliano Ávila y música de Tamez, obra que muchas personas consideramos el himno de Los Folkloristas.


Así comienza esta canción conmovedora:

Detrás de la lluvia azul... madera y coco,
detrás de aquel monte gris... emerge un pueblo
fusión de olivo y mazorca... en noche triste,
casta madura y maciza, voz y sudor.

El quincuagésimo aniversario de Los Folkloristas se cumplirá el 6 de marzo de este año. El 10 de septiembre celebrarán en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México este magno acontecimiento.

"Los Folkloristas vuelan su vuelo, cantan su canto, festejan cincuenta años y son raíz viva que da frutos", dice Beatriz Zalce. Así sea.




 

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