Thursday, June 25, 2015
Knoxville: Summer of 1915
Wednesday, June 17, 2015
Aniversario 133 de Stravinsky
Tuesday, June 16, 2015
El binomio poesía y música
Debussy: La Mer
“El mar, el mar, dentro de mí lo siento. Ya sólo de pensar en él, tan mío, tiene un sabor de sal mi pensamiento”, dijo José Gorostiza (1901-1973), el poeta tabasqueño que se refería a él como “mar sonoro”.
El mar sonoro, coprotagonista de la ópera Raiders to the Sea, de Ralph Vaughan-Williams (1872-1958); el mar, asociado con el enamoramiento y la pérdida del ser amado en el Poème de l’amour et de la mer, de Ernest Chausson (1855-1899); el mar evocado por Walt Whitman (1819-1892) en poemas que inspiraron sendas obras intituladas A Sea Symphony al inglés Vaughan-Williams y al estadounidense Howard Hanson (1896-1981), ruge, murmura, arrulla, canta y encanta en La Mer, de Claude Debussy (1862-1918).
Mucho se ha escrito sobre el poema sinfónico La Mer, pero resulta recomendable que los admiradores del impresionismo y de Claude Debussy recurran al ensayo “El mar cumple cien años”, del compositor mexicano Mario Lavista (1943), publicado en la revista Letras libres, en noviembre del 2005.
Aun escuchado en disco compacto, lejos de las salas de concierto, La Mer de Claude Debussy es un regalo para quienes viven “atrapados por las montañas azules”, en la expresión de Fernando Benítez (1912-2000). Bien decía José Vasconcelos (1882-1959), que la vida nació en el mar, por lo que no podemos alejarnos de él sin gran pesar.
Un regalo debió de haber sido para el mismo Debussy el logro de esta partitura, porque él también vivió lejos del mar al grado de que solamente lo visitó en esporádicas vacaciones y en dos cruces del Canal de la Mancha. No fue en una playa, en alta mar ni en un acantilado donde compuso esta música portentosa, sino en la montaña, a muchos kilómetros del oleaje.
Monday, June 15, 2015
A 3,700 km de la Nezahualcóyotl
Alguien me deletrea
Dmtri Shostakovich. Genio y drama
En el prólogo del libro Dmtri Shostakovich. Genio y drama, de Carlos Prieto, Jorge Volpi recuerda que este compositor soviético ha sido considerado un “héroe trágico” porque “resume, mejor que ningún otro, las tensiones y el espíritu de su época”.
De su “primer encontronazo con los perros de presa del sistema”, como califica Volpi el incidente que desató la furia de Stalin contra la ópera Lady Macbeth, jamás se repuso Shostakovich.
Permítaseme que antes de abordar un somero análisis de este nuevo libro del músico y humanista, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, haga una reflexión que ayudará a comprender el trágico caso Shostakovich:
En su libro Social: Why Our Brains Are Wired to Connect, el doctor Matthew D. Lieberman, egresado de la Universidad de Harvard y catedrático del Departamento de Psicología de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), afirma que los neurocientíficos han podido determinar que la misma parte del cerebro que procesa el dolor físico, ya sea el producido por una herida o un golpe, procesa en la misma forma sufrimientos emocionales como pueden ser los producidos por la exclusión, el rechazo, la opresión o la pérdida de un amor. Por tanto, no es casual que nos refiramos a las penas emocionales con palabras del mundo corporal, tales como “sentí como un puñetazo en el estómago” o “esa persona me rompió el corazón”.
Si la crueldad ejercida contra los débiles, conocida como bullying en el ámbito escolar, resulta devastadora. ¿qué no sucederá con el ciudadano amenazado, despreciado, marginado, incomprendido, censurado, atropellado en sus derechos y acosado por un régimen totalitario capaz de vulnerar su libertad y aun de atentar contra su vida misma?
Este fue, entre millares de casos de ciudadanos soviéticos acosados por Stalin, el de Shostakovich y así lo vemos, de asombro y asombro, a lo largo del libro de Carlos Prieto.
Dmtri Dmitrievich Shostakovich se convirtió en pararrayos del régimen soviético desde el día en que a Stalin no le gustó la ópera Lady Macbeth del distrito de Mtsensk opus 29 (1930-1932) y lo condenó a una vida de acoso y sufrimientos que hizo del músico un “héroe trágico”, como lo llamó el novelista estadounidense William T. Vollman citado por Volpi.
Página tras página encontramos en este libro un extenso repertorio de ataques e injurias que hicieron de Shostakovich un hombre inseguro, temeroso, de intenso nerviosismo, enigmático al grado de haber parecido cobarde y sumiso en ocasiones, mientras que en otras su espíritu libertario lo llevó a niveles de auténtico heroísmo.
Muchos años antes de los ataques frontales del régimen de Stalin, los celos, la animadversión y las intrigas del clan conocido como Asociación Rusa de Músicos Proletarios pretendió que, tras el éxito de la Primera sinfonía (1924-1925), expulsaran a Shostakovich de las clases de piano y le quitaran la pequeña beca que disfrutaba, como recuerda Prieto.
La nariz, su genial ópera de juventud (1927-1928) “despertó por su extremo modernismo —afirma Prieto— una furiosa controversia”. Entre otros crímenes lo encontraron “culpable de escapismo antisoviético”y de ”formalismo”.
Esos premonitorios ataques tempranos alcanzaron niveles escandalosos a lo largo de la carrera de Shostakovich al grado de que se le consideró “enemigo del pueblo” y “compositor maldito”; llegaron a lapidar su casa y el régimen del terror llevó a que este hombre bondadoso y tímido temiera por su vida.
En la página 160 del libro, Carlos Prieto refiere la conclusión “quizá dudosa” a que llegó Lev Lebedinski, amigo de Shostakovich, en el sentido de que este hombre acongojado “aludió indirectamente a su deseo de suicidarse”.
Con este libro, Carlos Prieto enriquece la de por sí profusa bibliografía sobre uno de los compositores más geniales y atormentados de todos los tiempos. Y lo hace con sabiduría y amenidad codiciables. Atractivo adicional son las ilustraciones y las fotografías, así como sendos vínculos para descargar dos obras de Shostakovich interpretadas por Carlos Prieto:
Sonata para violonchelo y piano; Concierto número 1 para violonchelo y orquesta.
Ficha bibliográfica. Prieto, Carlos. Dmtri Shostakovich. Genio y drama. Fondo de Cultura Económica. Ciudad de México, 2013.
Comentario de mi autoría publicado en el blog El Viaje en Libro
Sunday, June 14, 2015
Asistí obligado a mi primer concierto
Saturday, June 13, 2015
I love Steinbeck
Tuesday, June 9, 2015
Emilio escucha su primera ópera
Monday, June 8, 2015
Amarres perros, de Jorge G. Castañeda
La lectura del libro Amarres perros.Una autobiografía (Alfaguara, 2014), de Jorge Castañeda Gutman (1953), equivale, por su tamaño descomunal, a participar en la carrera de maratón: la edición impresa consta de 672 páginas; la versión electrónica cuenta con 13,460 posiciones (porciones de texto). Así lo advierte Amazon: “Debido al gran tamaño del archivo, es posible que este libro tarde más en descargarse”.
Inicié este maratón hace varias semanas, en la costa central californiana; lo continué en forma intermitente durante el vuelo de 3,040 km de San Francisco a Ciudad de México y acabo de cruzar la meta en esta capital.
En los años 80 del siglo pasado, emprendí otra maratónica lectura autobiográfica que por su mediocridad me había dejado vacunado contra este género cuando es escrito por políticos: Mis tiempos, de José López Portillo. Por esa razón, a punto estuve de abstenerme de comprar Amarres perros, pero me felicito por haber desoído mi voz interior: hallé una obra tan fascinante que en más de una ocasión me significó un sacrificio interrumpir su lectura.
Desde los primeros párrafos de libro, el autor, que fue titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores del 1 de diciembre del 2000 al 10 de enero del 2003, queda retratado como un personaje polémico en extremo. Así lo dice Marina, su hermana, en el prólogo:
“Jorge siempre impacta, para bien o para mal, por su forma de ser, de pensar y expresarse. A veces lo queremos, a veces no lo soportamos, pero nunca deja de intrigarnos”.
El mismo epígrafe con que Castañeda abre su autobiografía (cuyo autor es el rabino Yehuda Brandwein) resulta premonitorio:
“Cuando un hombre sin enemigos parte de este mundo hacia el siguiente, el Creador sabe inmediatamente que esa persona ha desperdiciado su vida”.
A lo largo del libro que relata más de seis decenios de la vida de México, el mismo Castañeda se encarga de dar voz a sus numerosos detractores, empezando por la desaparecida Dirección Federal de Seguridad de México.
Los improperios en contra suya, vertidos por el gobierno cubano tras el episodio conocido como el “Comes y te vas”, protagonizado por Vicente Fox y Fidel Castro durante la Conferencia Mundial de la ONU (Monterrey, 2002), son de tal virulencia que llevan a la sonrisa. Un par de muestras:
“La extrañísima política de México en relación con el incidente tiene un diabólico y cínico arquitecto: se llama Jorge Castañeda Gutman”.
“No pedimos otra cosa que el cese de las provocaciones, insultos, mentiras y macabros planes del señor Castañeda contra Cuba”.
No sería necesario mencionar la constelación de personajes citados en Amarres perros, sino saber en todo caso quiénes no lo están en este libro.
Una de las características del estilo de Castañeda es una sinceridad que, en ocasiones, parece inverecundia, como se decía antaño. De una de sus tempranas “conquistas” femeninas, recuerda:
“Al ser más francesa que otra cosa, y cinco años mayor que yo, me introdujo a un mundo femenino desconocido: el del maquillaje, los tacones, las uñas largas y las faldas cortas, la elegancia y la sexualidad sin tabúes ni inhibiciones. Me enseño a recibir, a pedir, y hasta donde eso se aprende y aprendí, a coger”.
El lenguaje claro, preciso y aun elegante de Castañeda, adquiere en ocasiones giros populares que contrastan con la profundidad del tema tratado. Sobre el proceso electoral que llevó a Salinas a la presidencia y el desistimiento de Cuauhtémoc Cárdenas de imputar el resultado fraudulento, así como la “desidia y ambivalencia” del PAN al no zanjar nunca la disyuntiva, escribe:
“Un cuarto de siglo después de los acontecimientos no tengo la más puta idea de qué sucedió”.
Amarres perros es una obra valiosa que nos ayuda en el empeño de comprender mejor algunos claroscuros de la historia del México contemporáneo.
José Alfredo Páramo
Sunday, June 7, 2015
Diazmuñoz dirige en la Ópera de Sidney la obra maestra de Bernstein
Friday, June 5, 2015
Diazmuñoz antes de su viaje transcontinental
Thursday, June 4, 2015
Eduardo Diazmuñoz: de Oceanía al Continente Americano
Mirreynato: La otra desigualdad
Bastaría leer los títulos del libro Mirreynato: La otra desigualdad de Ricardo Raphael y observar la frecuencia con la que aparecen a lo largo de sus 222 páginas estas palabras, para intuir su descarnado contenido:
Mirreyes, Ostentación, Impunidad, Corrupción, Discriminación, Desigualdad, Mala educación, Pobreza, Marginación, Hambre.
También se habla de jets privados, Ferraris, yates, suites y mansiones espectaculares, así como de bebidas de extremos refinamiento y costo; colegios y universidades particulares para seres privilegiados en los que reciben trato preferencial; viajes, gimnasios, choferes, guaruras, contactos gubernamentales, influencias… y un kilométrico etcétera. Todo esto forma la parafernalia de los mirreyes.
¿Quiénes son los mirreyes? He aquí la palabras del autor:
“Son los herederos, los muchachos que se sacaron la lotería y han logrado un liderazgo social sin justificación; personas que no tuvieron que hacer mayor esfuerzo y, sin embargo, son tratadas por la sociedad como hijos consentidos”.
Páginas después, afirma:
“En uno y otro momento, todos los mexicanos tenemos algo de mirreyes. Por eso es que toleramos vivir en el Mirreynato sin rebelarnos; algo nos conviene de este régimen que nos inhibe de denunciarlo y combatirlo”.
Quizá haya algún lector que llegue a confesar en lo más íntimo de su conciencia que no sólo admira a estos personajes a quienes considera triunfadores, sino que también siente envidia por sus usos, costumbres, excentricidades, pompas, vanidades, refinamientos y despilfarros.
Entre los personajes que desfilan con nombre y apellido por las páginas del libro, se encuentra Carlos Hank González (1927-2001), conocido como líder del Grupo Atlacomulco, “quien ha significado durante casi sesenta años un modelo a seguir para muchos mexicanos de la élite política (…) La suya era la fama de un hombre muy exitoso, Rey Midas de los negocios y también de la política, de tez blanca, alto y seductor y poseedor de maneras imbatibles (…) el titán de las industrias del acero y los camiones”.
Tras un análisis de la asombrosa y poco ortodoxa historia de la fortuna de Hank González, Ricardo Rapahel formula estas preguntas:
“¿Rechaza Peña Nieto la tradición alemanista o se asume como su legítimo heredero? ¿Es capaz de juzgar como corrupto a Hank González, a pesar de la admiración que sigue provocando entre sus compañeros de grupo? ¿Tiene la intención de reformar la estructura de impunidad que permite a los privilegiados apoderarse de los bienes públicos para incorporarlos a su patrimonio personal?”
Dos reacciones puede provocar la lectura de las estadísticas de este libro: ira y profunda tristeza por la lacerante desigualdad entre cuyos ejemplos se encuentra este: hay tres mil familias que obtienen un ingreso diario de 84 mil pesos y más de tres millones y medio de familias que solamente alcanzan un ingreso cotidiano de 21 pesos.
Una tercera reacción es “la lucha y transformación que todos nos debemos”.
Por este motivo, Raphael concluye con la exhortación siguiente:
“Quizá un día, del otro lado del río que estamos atravesando, no habrá más Mirreynato. Ya que eso podría tomarnos cien años, lo mejor es echarse a nadar cuanto antes”.
(Editorial Plantea Mexicana, S.A. De C.V. Bajo el sello editorial Temas de Hoy, Ciudad de México, 2014)
(Tomado de una entrada de mi autoría en el blog El Viaje en Libro)Wednesday, June 3, 2015
Biblioteca Musical Mínima
Estos son los libros de la Colección Musical Míniima editados hasta la fecha por Luzam, empresa establecida en Cuernavaca, Morelos (México):
. Panorama del jazz en México durante el siglo XX, de Roberto Aymes
. Conversaciones con Manuel López Ramos. Una vida dedicada a la guitarra clásica. 35 entrevistadores
. Allegro Molto. 60 años de anécdotas. José Alfredo Páramo
. Sociología de la música y educación musical. Susana Dultziin
. Recorridos por el blanco y negro de la música. Marta García Renart
. La música con faldas. Compositoras a través de los siglos.Fernando Díez de Urdanivia
. La música también es un cuento. Narrativa breve de la literatura universal
. Palabras en una sola nota sostenida. Antología de poesía y música. Ester Hernández Palacios y Héctor Miguel Sánchez Rodríguez
. El aprendizaje de la música. Pedro Lizárraga Cuevas
. Mil y tantos personajes dela música. Fernando Díez de Urdanivia
. Luis Herrera de la Fuente. Su entorno. Su vida. Su legado, Fernando Díez de Urdanivi
Monday, June 1, 2015
Pedro Gringoire. In memóriam
Adiós a los padres
Además del profundo análisis psicológico de su familia, escrito siempre en presente y con un acento conmovedor que oscila entre el cariño, la empatía y el dolor por la conducta y el abandono del padre ausente, en las páginas de su libro, Aguilar Camín relata acontecimientos de la política mexicana y guatemalteca.
Por ellas transcurren, entre otras, las figuras fantasmagóricas de Margarito Ramírez, “ruidoso jacobino, colgador de cristeros” y posteriormente gobernador del territorio de Quintana Roo, así como las figuras de los presidentes Ubico, Árbenz y Castillo Armas, de Guatemala.
El análisis psicológico sobre Héctor, el padre del autor de quien heredó el nombre pero no la idiosincrasia, alcanza profundidades reveladoras como esta:
“Quiere agradar, no rozarse de más con el mundo. Adquiere tempranamente la costosa costumbre de quedar bien, de no dar pleitos, de ser querido por todos”.
El despojo de sus derechos y propiedades, y en cierta forma la falta de aprecio que Héctor sufre por parte de Don Lupe, el abuelo de Aguilar Camín, son factores que precipitan el declive de este hombre “que no quiere fricciones con los otros y está dispuesto a entregarse porque no está dispuesto a pelear”.
Entre los pasajes más codiciables de Adiós a los padres, novela de no ficción escrita con la soltura de quien relata anécdotas, se encuentra la crónica de la tragedia provocada por el ciclón Janet, en 1955, “el más potente que haya tocado tierra en la historia registrada de la zona”.
Concluye el relato con la cita de este testimonio periodístico sobre la devastación sufrida por el viejo Payo Obispo, que en sus albores fue “un pueblo de ocho calles de largo por siete de ancho”:
“Chetumal es un cementerio”.
Las descripciones de los barrios de la Ciudad de México que sirvieron de refugio al padre de Aguilar Camín durante muchos años son tan certeras como descarnadas. Aquí está una muestra preliminar:
“Calles sucias y diligentes, llenas de puestos callejeros, fondas y taquearías, cines viejos, periódicos y expendios de periódicos”.
El deterioro urbano corre paralelo al del anciano de “falanges artríticas y uñas fungosas” con el que se encuentra después de 36 años.
Así describe esa extensa zona capitalina:
“Calles que rodean el Frontón México y el Monumento a la Revolución, calles de hoteles baratos y edificios sin pintar, borrachines sueltos, conseguidores nocturnos (…) la ciudad del antiguo Frontón México, de los tranvías desaparecidos y sus rieles tragados por el pavimento que doblan en cualquier esquina rumbo a ninguna parte; la ciudad que encarna para mí las calles grises de Edison y Emparan, Morelos y Bucareli, Ayuntamiento, Abraham González, calles de edificios bajos, alcantarillas malolientes, zaguanes oscuros, mansiones vueltas en vecindades y palacios travestidos en oficinas de gobierno (…) barrio de cantinas y fondas, antros de rumba, consultorios de médicos venéreos, dentistas arqueológicos, abogados naufragantes, hoteles y funerarias, expendios de periódicos, comercios con mostradores a la calle, coches que atestan las calles y embisten a peatones que atestan las aceras y caminan entre cáscaras, charcos, colillas, papeles, la eterna novedad de la basura en la ciudad antigua, inagotablemente activa, sucia, degradada”.
Tal vez lo más conmovedor del libro esté constituido por los pasajes relacionados con Emma, su madre, la mujer abandonada que no volvió a casarse, aquella muchacha que “cruzó de la isla prodigiosa a las costas calizas de Yucatán”, la linda cubana que solía cantar con frecuencia, “un rostro de ojos que sonríen con un fondo de tristeza, unos labios pequeños y hermosos que queren hablar, unos pómulos tenues y armónicos, una frente que sabe de las inclemencias metafísicas, una expresión general de haber sido puesta en un mundo difícil de entender contra el que hay que batirse sin admitir nunca la derrota”.
Se ha dicho que Adiós a los padres significó una catarsis para su autor. Cierto, pero también es una catarsis para el lector que cuando menos una vez en la vida se haya estremecido con la frase de Octavio Paz: “Familias, criaderos de alacranes”.
Tras la lectura de Adiós a los padres, quedo invitado a conocer la obra integral de Aguilar Camín.
Ficha bibliográfica. Aguilar Camín, Héctor. Adiós a los padres. Literatura Random House. Primera edición digital: octubre del 2014.
(Tomado de una entrada de mi autoría en el blog El Viaje en Libro)