Thursday, June 4, 2015

Mirreynato: La otra desigualdad

Bastaría leer los títulos del libro Mirreynato: La otra desigualdad de Ricardo Raphael y observar la frecuencia con la que aparecen a lo largo de sus 222 páginas estas palabras, para intuir su descarnado contenido:

Mirreyes, Ostentación, Impunidad, Corrupción, Discriminación, Desigualdad, Mala educación, Pobreza, Marginación, Hambre.

También se habla de jets privados, Ferraris, yates, suites y mansiones espectaculares, así como de bebidas de extremos refinamiento y costo; colegios y universidades particulares para seres privilegiados en los que reciben trato preferencial; viajes, gimnasios, choferes, guaruras, contactos gubernamentales, influencias… y un kilométrico etcétera. Todo esto forma la parafernalia de los mirreyes.

¿Quiénes son los mirreyes? He aquí la palabras del autor:

“Son los herederos, los muchachos que se sacaron la lotería y han logrado un liderazgo social sin justificación; personas que no tuvieron que hacer mayor esfuerzo y, sin embargo, son tratadas por la sociedad como hijos consentidos”.

Páginas después, afirma:

“En uno y otro momento, todos los mexicanos tenemos algo de mirreyes. Por eso es que toleramos vivir en el Mirreynato sin rebelarnos; algo nos conviene de este régimen que nos inhibe de denunciarlo y combatirlo”.

Quizá haya algún lector que llegue a confesar en lo más íntimo de su conciencia que no sólo admira a estos personajes a quienes considera triunfadores, sino que también siente envidia por sus usos, costumbres, excentricidades, pompas, vanidades, refinamientos y despilfarros.

Entre los personajes que desfilan con nombre y apellido por las páginas del libro, se encuentra Carlos Hank González (1927-2001), conocido como líder del Grupo Atlacomulco, “quien ha significado durante casi sesenta años un modelo a seguir para muchos mexicanos de la élite política (…) La suya era la fama de un hombre muy exitoso, Rey Midas de los negocios y también de la política, de tez blanca, alto y seductor y poseedor de maneras imbatibles (…) el titán de las industrias del acero y los camiones”.

Tras un análisis de la asombrosa y poco ortodoxa historia de la fortuna de Hank González, Ricardo Rapahel formula estas preguntas:

“¿Rechaza Peña Nieto la tradición alemanista o se asume como su legítimo heredero? ¿Es capaz de juzgar como corrupto a Hank González, a pesar de la admiración que sigue provocando entre sus compañeros de grupo? ¿Tiene la intención de reformar la estructura de impunidad que permite a los privilegiados apoderarse de los bienes públicos para incorporarlos a su patrimonio personal?”

Dos reacciones puede provocar la lectura de las estadísticas de este libro: ira y profunda tristeza por la lacerante desigualdad entre cuyos ejemplos se encuentra este: hay tres mil familias que obtienen un ingreso diario de 84 mil pesos y más de tres millones y medio de familias que solamente alcanzan un ingreso cotidiano de 21 pesos.

Una tercera reacción es “la lucha y transformación que todos nos debemos”.

Por este motivo, Raphael concluye con la exhortación siguiente:

“Quizá un día, del otro lado del río que estamos atravesando, no habrá más Mirreynato. Ya que eso podría tomarnos cien años, lo mejor es echarse a nadar cuanto antes”.

(Editorial Plantea Mexicana, S.A. De C.V. Bajo el sello editorial Temas de Hoy, Ciudad de México, 2014)

(Tomado de una entrada de mi autoría en el blog El Viaje en Libro)

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