Sunday, May 3, 2020

Juana Reyes, colaboradora invitada (I)


            Desde Malacachtepec Momoxco (Milpa Alta)


El autor de este blog agradece a Juana Reyes su generosa aceptación de figurar en la presente entrada y en las dos siguientes como escritora invitada. A sus infatigables, beneméritas actividades docentes y de promoción cultural, se agrega la de describir la belleza de Milpa Alta con palabras que tocan el corazón.

Con esta carta dirigida a su viejo profesor de periodismo se inicia la triple colaboración enriquecedora del blog:



Malacachtepec Momoxco, CDMX, 3 de mayo de 2020

Querido maestro,

Como lo había prometido, aquí está la crónica que me hará el honor de publicar en su página, si vale la pena, claro.

Algunos asuntos de índole administrativo me estaban dando tanta lata que opté por dejar lo que sí me gusta escribir para tiempos de esparcimiento.  Y siendo, como soy --rebelde y perezosa--, me negué a hacer los oficios para finiquitar la entrega del libro Fundación, Tierras, Linderos y Principales de La Milpa. Títulos Primordiales de Milpa Alta. Y ya está ¡el libro quedó precioso!

Se trata nada menos que de la publicación del documento heredado por los antepasados momoxcas donde les son entregados los bosques de Milpa Alta, de manera legal, en presencia de un representante español a varios indígenas. El documento data, como fecha probable, de entre 1537 y 1565 del siglo XVI. Es una versión mecanografiada de la versión náhuatl, con un análisis paleográfico y traducción al castellano por la Academia de la Lengua Náhuatl de Santa Ana Tlacotenco.

Por sí solo es muy valioso este documento, imagine usted cuando la propia Academia sostiene que por la época de elaboración, estilo, tipo de escritura y formato y con base en trabajos de traducción realizados anteriormente por esta asociación la equiparan con manuscritos como Cantares Mexicanos, Códice Florentino, entre otros.

Comprenderá usted mi contento. Y tanto que no podía hacer los dichosos oficios de finiquito. 

Y aquí estoy, con el oído afinado, percibiendo los cantos de los pájaros. El viento ya se anuncia, su paso por entre las ramas deja un grito de reprimenda. Al volver la mirada a la bandera que vecinos patriotas colocaron el pasado mes de septiembre me sorprende su ausencia. La vi deteriorarse lentamente. Primero perdió el brillo de los tonos verde y rojo. Luego, fueron cayendo a jirones. Cada día me preguntaba cuánto más se mantendría en pie. Ayer sólo le quedaba un desgarrado y descolorido verde. No sé si hoy le hayan negado el derecho a permanecer en el asta y en un acto de ingratitud cortaron el lazo que la unía a ese mástil.

Si viera usted, maestro, cuánto extraño a los propietarios de la nopalera que colinda con mi vivienda, desde el inicio de la cuarentena no se han asomado. Los nopales antes brillantes se encuentran opacos, deslucidos. El sol los carcome, como a la bandera. 

Las lluvias se atrasan, las semillas que sembramos mi familia y yo van lentamente asomando sus primeros brotes. Una nostalgia que se atora en la garganta me hace temer lo peor. Aquí también está detenida la vida. Aquí también el silencio es interrumpido por el canto de los canarios y los zanates. La alegría bullanguera se ha ido de los habitantes. Reina el descreimiento, la falta de fe. 

La escritura de la crónica del corrido aviva mi nostalgia. La Semana Santa pasó apenas percibida por los habitantes, encerrados como estábamos en casa. El largo y triste canto de la chirimía presagio de la muerte de Cristo no se escuchó este año. El 30 de abril los niños ni cuenta se dieron de que en este día tienen derecho a ser bien tratados. 

Sólo los trabajadores de la mezcla se atrevieron a interrumpir el silencio con sus cohetes para recordarnos que hoy es día de la Santa Cruz, día de los albañiles.

Ruego a Dios por que esta falta de movimiento pronto  trueque  en música, en baile, en alegría para todos. 

Esto es lo que enturbia mi contento de satisfacción por el libro publicado. Milpa Alta detenida, Milpa Alta silenciosa. Milpa Alta, por favor, ¡déjame escucharte! 

Reciban mi cariño y gratitud por ser y estar conmigo

Juana Reyes,
la de nombre de corrido de la Revolución Mexicana.


*

Post scriptum 

Invito a visitar diversas entradas de este blog en las que dialogo con la autora. 



2 comments:

  1. Gracias, mi querido maestro, por tanta deferencia inmerecida.

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  2. Hermoso texto, Juanita. Saludos.

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