Monday, May 18, 2020

Maricarmen Páramo, colaboradora invitada

                         
                                  El niño y el mar

                                     Para mi abuelo en su cumpleaños 86 




Mira el mar con el mismo asombro con el que lo vio por primera vez. Inhala profundamente y al exhalar vuelve a su infancia, donde la tranquilidad no es otra más que la de saberse amado.

Ahí están las manos que se extienden para cargar, para sostener, para alimentar, para cuidar con dulzura. Están también las cómplices miradas de juegos y aventuras.

El tiempo pasa como un suave oleaje y la vida despierta a la inmensidad oceánica. Habrá calma y tempestad, pero ahora la cálida brisa es la que enjuga su pequeño rostro.

Poco a poco despierta su voz, sus ojos encuentran en las palabras la riqueza del lenguaje que llevará a lo largo de su vida como un bastión. Sus oídos escuchan la música que atravesará su alma y que le traerá paz en momentos difíciles, pero ahora es niño y su felicidad es acompañada de cosas simples como una pelota o el color amarillo.

Ve hacia el horizonte y un hombre, a través de distancias oceánicas, lo mira y ambos, con la mano sobre el pecho, sonríen.  



                                   
                                     Fotografía de Josefina Cabrera-Moreno 




4 comments:

  1. ¡Qué texto tan hermoso? Me parece sublime.

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  2. La inspiración inspirada del corazón y gran cariňo de siempre que no a quien sea se le da y no quien sea la tiene, felicidades por tu cumple,por muchos mas y por ser la inspiración de una pequeña gran escritora

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  3. Muchas felicidades!
    Agradecida siempre de haber sido su alumna.
    Miles de buenos deseos!
    Querido Profe reciba un apapacho!

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