Saturday, May 2, 2020

Ver al mundo de otra forma



El arte, esperanza de alivio en tiempos de confinamiento
                   

"Tenemos la esperanza de ver al mundo de otra forma, así como lo hacen los artistas". Con esta afirmación de Mónica Alducin, economista e infatigable promotora cultural, concluye mi ensayó intitulado Los artistas deben ser prioritarios en tiempos de emergencia, en el que comento las sabias reflexiones de Juan Villoro. 

Del impulso inquebrantable por mantener encendida la llama de la esperanza en situaciones de adversidad extrema hay numerosos ejemplos en la literatura y la música. De hecho, la escueta mención de ellos requeriría un texto de millares de palabras. 

Por tanto, nos concentraremos en dos de ellos. 


                       Madre, no llores

El primero, de conmovedora sencillez, es la plegaria de una muchacha polaca de 18 años escrita en la pared de la celda de la prisión nazi de la Gestapo en Zakopane, Polonia, en el que fue encarcelada en 1944:

Para sublimar su angustia en medio de la tragedia,  Helena Wanda Błażusiakówna se conduele del sufrimiento de María y apenas si alude al propio:

"¡Madre, no llores, no! Inmaculada Reina de los Cielos, apóyame siempre". 

Este hecho es muy conocido gracias a que fue tomado por Henryk Górecki (1933-2010) para el segundo movimiento de la Sinfonía número 3, intitulada De las canciones dolientes. La plegaria es cantada por una soprano.


         Cuarteto para el fin de los tiempos

El segundo acontecimiento es tan conocido como el anterior por los amantes de la música:

Olivier Messiaen (1908-1992), uno de los compositores franceses más importantes del siglo XX, fue detenido en 1940 por el ejército alemán y recluido en el campo de concentración de Göerlitz.

En las condiciones menos propicias imaginables, Messiaen se entregó a la composición de una extensa obra para lo cual aprovechó que tres compañeros de prisión eran músicos y contaban con sus instrumentos: violín, violonchelo y clarinete. La parte del piano quedó a cargo del compositor.

Esta composición, uno de los ejemplos más asombrosos de la forma en que la voluntad de un artista puede superar las pruebas más difíciles se intitula Cuarteto para el final de los tiempos.

Que su audición en YouTube o en Spotify también nos traiga un alivio en estos tiempos de reclusión y claustrofobia. 





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