Wednesday, December 14, 2016

Triunfa Sharp Nine en el National Steinbeck Center



Tovavía con los acordes y pasajes enteros que se quedan en la mente y danzan por  días, semanas o hasta por años (cito a Maricarmen Mozart), regresamos al National Steinbeck Center, de Salinas, California, el 11 de diciembre.

En efecto, el eco de la música de la banda de concierto dela Universidad de California en la Bahía de Monterey (CSUMB), que se presentó el 16 de septiembre en el Steinbeck Center, persistía en el recuerdo.

En esta nueva ocasión, el doctor Enrique Ríos-Ellis presentó a Sharp Nine, la nueva banda nacida en la cátedra de improvisación de jazz impartida en el Music and Performing Arts Department de la CSUMB.

El concierto se intituló Sin Fronteras: Celebrating the Cultures of the Americas (celebración de las culturas americanas) y nos llevó por el continente, de norte a sur.

El evento comenzó con una alusión al mambo, que aun cuando no se haya mencionado, fue un virtual homenaje no programado a Dámaso Pérez Prado, el músico que dio un giro portentoso al género que surgio del danzón, porque en este 11 de diciembre del 2016, se cumplió el centenario de su nacimiento en Matanzas, Cuba. Por supuesto que habría sido una excelente oportunidad para haber enriquecido con los melismas y la improvisación yacística alguno de los mambos inmortales del genio apodado Cara de foca.

Mi México lindo, querido y qué herido estuvo presente en diversos ocasiones. Una de las más notables fue cuando Miranda Aguilar, de sonora voz de mezzosoprano, y Dulce Ixtupé, a quien conocimos en el evento del 16 de septiembre, cantaron ¿Quién será?, del sinaloense Pablo Beltran Ruiz (1915-2008) 

                     
                                                  (Miranda Aguilar y Dulce Ixtupé)

También la nostalgia surgió con la canción Frenesí, de Alberto Domínguez Borrás, nacido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en 1913, a quien conocí en Tuxtla Gutiérrez en 1951.

Dulce volvió a cantar, como lo hizo el 16 de septiembre, el bolero Solamente una vez, de Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, nombre kilométrico recordado puntualmente por el doctor Ríos-Ellis:

Solamente una vez
amé en la vida
solamente una vez
y nada más.

Una vez nada más
en mi huerto
brilló la esperanza,
la esperanza que alumbra el camino
de mi soledad.

Una vez nada más
se entrega el alma
con la dulce y total
renunciación.


Y cuando ese milagro realiza
el prodigio de amarse
hay campanas de fiesta
que cantan en el corazón.

Entre otros países, la música del concierto llegó a Brasil y volvimos a escuchar a Dulce Ixtupé. ahora en portugués. A su bella voz, dominio de diversos instrumentos e idiomas, añade un encanto personal que hizo que el cronista le dijera (y ahora lo refrenda):"Cuando se organice un club de fans de Dulce, seré el primero en inscribirme"-

                
                                   (Avery Suazo) 

Un elogio de proporciones semejantes lo expresó el cronista al virtuoso de la trompeta Avery Suazo: "Saludo emocionado al nuevo Wynton Marsalis". Sonrió con conmovedora sencillez por la comparación con el músico de Nueva Orleans considerado como el gran trompetista de nuestro tiempo. "Tuve la suerte de escuchar a Marsalis en un concierto en Santa Cruz".

Coda:

Reciban el doctor Ríos-Ellis, todos y cada uno de los músicos de Sharp Nine y las autoridades del National Steinbeck Center una muy merecida felicitación. 




          (Fotografías de Josefina Cabrera-Moreno)



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