Wednesday, February 12, 2020

Un testigo del siglo XX

Don Alfredo, un testigo del siglo XX 

"Gustavo von Aschenbach salió de su casa de la calle del Príncipe Regente, en Munich, para dar un largo paseo solitario, una tarde primaveral del año 1900", afirma Thomas Mann en el inicio de su novela La muerte en Venecia.

En una tarde invernal de ese 1900, último año del siglo XIX, la del lunes 12 febrero, nació don Alfredo. Como su vida se extendió durante 75 años, fue testigo de lo acontecido en la centuria  de la revolución mexicana, la revolución rusa, las dos guerras mundiales, la de Corea, la de Vietnam...

Contaba once años cuando don Porfirio Díaz dejó su patria para siempre. Habían concluido los días en que se proclamaba: "Dios omnipotente y don Porfirio presidente". De la agonía del Porfiriato se enteró por su padre en la urbe que originalmente se llamó Guayangareo y sucesivamente, Ciudad de Mechuacan, Valladolid y Morelia.

Cuando don Alfredo dejó su amada tierra natal para radicar en la Ciudad  de México, esta escasamente llegaba al millón de habitantes por lo que fue testigo de su transformación: excedía ya los ocho millones de habitantes el año de su muerte. 

Consumado ciclista, sus recorridos dominicales lo llevaban por los suburbios de una ciudad apasible de aspecto provinciano. Le tocó ver el surgimiento de la colonia Roma y de la Condesa. Asimismo, observó con asombro la edificación del edificio de la Lotería Nacional, entonces el más alto de la urbe, y la conclusión del Palacio de Bellas Artes, hijo póstumo del Porfiriato, estrenado en 1934, el año del nacimiento de su primogénito. 

Don Alfredo fue testigo del surgimiento de la radiodifusión y muchos años después, de la llegada de la televisión a México. Uno y otros medios fueron de gran aliento para él, como también lo fue la constante lectura de su periódico, el Excélsior, y de libros de todo tipo, entre los que se encontraron los de Salgari y Julio Verne, leídos en su ancianidad con el mismo deleite de su juventud.

Personajes como Antonieta Rivas Mercado, Fidel Velázquez, Nellie Campobello, Germán Arciniegas, Luis Buñuel y Elías Nandino nacieron el mismo año que don Alfredo. Ernesto Guevara Lynch había llegado al mundo. en Buenos Aires, el día anterior.

Fue don Alfredo partidario del general Almazán, pero con el tiempo llegó a tener cierta admiración por Manuel Ávila Camacho. Panista de convicción y corazón, no llegó a imaginar que dos candidatos de este partido llegarían a la presidencia de la República. 

Entre los recuerdos que dejó a sus hijos se encuentran los frecuentes paseos por el antiguo bosque de Chapultepec y la frecuente manifestación de su preocupación: "Amenaza lluvia, Chata". Lo que nunca llegó a prever es la actual amenaza, ya no de lluvias y chubascos, sino de verdaderas tormentas que superan a las de carácter meteorológico.

Como quiera que sea, nos alienta y da esperanza confiar en que si el mundo logró capotear los diluvios del siglo XX, ¿por qué no podrá hacerlo con los de este turbulento siglo XXI?

Hoy, 12 de febrero del 2020, día en que se cumplen 120 años de su nacimiento, lo recordamos con renovado cariño. Entre otros ejemplos suyos, se encuentra el de saber perpetuar el fervor y hacer pasajero el desencanto, tal como lo pidió Gabriela Mistral al Señor en la Oración de la maestra. 






1 comment:

  1. Qué linda historia de mi amado abuelito Alfredo, de quien recuerdo su rectitud, pero también su bondad y ternura.

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